—Toda la información que Derek acababa de compartir se extendió sobre Emily, y ella dejó que se asentara —cavando profundo en su mente mientras intentaba procesarla—. ¿Derek realmente había dicho lo que dijo? ¿Acababa de confesar abiertamente que tenía problemas para dormir? Que estaba sufriendo del mismo problema que ella. De ninguna manera. Tenía que haber algún tipo de malentendido. Pero mientras Emily lo miraba, buscando señales de engaño, señales de una mentira, pruebas de que él solo estaba jugando un juego enfermo y retorcido con ella. Que una vez que realmente empezara a creerle, él simplemente aparecería con un... "¡Sorpresa! Mentí, la broma es tuya", pero eso no pasó. Ella lo observó durante mucho tiempo, pero los segundos se arrastraron y la cara de Derek permaneció igual. Él estaba siendo honesto. No era solo una mentira retorcida que había inventado para caerle bien.