Derek estaba flotando, tal vez era un pedazo de papel flotando alto sobre las nubes, llevado por el viento. O tal vez él era las nubes, sin peso simplemente por existir. O quizás no era ni papel, ni era una nube, tal vez era el viento mismo. Yendo donde su corazón deseaba.
Era una manera maravillosa de sentirse, y Derek se inclinaba hacia esa sensación, sonriendo en su sueño. Y para hacerlo todo aún mejor, todavía tenía la primavera y el sol en sus manos.
Esa pizca de bondad sumando a todo lo que estaba bien con el mundo y haciendo su primer sueño real en años mucho más dulce. Eran muchos pensamientos complejos para alguien que dormía tener, y Derek realmente no los estaba teniendo, solo impresiones de ellos.
Por lo que a él le concernía en su estado de somnolencia. Solo había dos verdades universales en el mundo. Dormir era bueno, y el pedazo de sol y primavera que tenía en sus manos era simplemente divino.