FUEGO SANGRE MANADA
Ricciardo podía sentir los ojos de Ava sobre él.
—¿Él te dijo eso? —ella le preguntó.
—Sí, lo dejó dolorosamente claro que no podemos enamorarnos —respondió Ricciardo.
Ava suspiró, —Crecí con Jax pero cambió después de convertirse en Alfa y cambió aún más drásticamente después de conocer a Lily pero desde que entraste en su vida, he visto destellos de ese viejo Jax
—Eso no significa nada —dijo Ricciardo negándose a dar vida a la esperanza floreciente dentro de él.
—Creo que tienes miedo —le dijo Ava.
—¿De qué podría tener miedo?
—De que él te ame y te pida que te quedes aquí con él, y sabes que lo harías felizmente. Te asusta cuánto harías cualquier cosa por él, ¿no es así?
Ricciardo la miró y no dijo una palabra. Ella tenía razón, le asustaba, cuánto estaba enamorado de Jax. Nadie nunca le había hecho sentir de esa manera. Si Jax le dijera en este momento que dejara su vida en Nuevas Linternas para establecerse en Creekwood, lo haría en un instante.