Evena sonrió cuando vio a Dreya.
—Hola —respondió.
—¿Ryder y Ava?
—Están adentro, están a punto de cenar con la reina.
—¿Saben del acuerdo que hiciste con la reina? —Dreya preguntó mientras se alejaban de la puerta.
—Ava sabe pero Ryder no tiene idea.
—¿Por qué no se lo dijiste?
—Ryder es un poco impulsivo. Lo último que necesito es que intente hablar con la reina en mi nombre y luego la ofenda —respondió Evena.
—¿Y estás seguro de que Ava no se lo dirá?
—Estoy seguro. Ella prometió no decírselo.
Dreya abrió la puerta de su habitación y entró mientras Evena lo seguía.
—Reni vendrá mañana. Tienes que recogerlo en las puertas —Dreya informó a Evena.
—¿Reni? ¿Qué viene a hacer aquí? —preguntó Evena.
—Necesitas a alguien aquí que te asista. Además, insistió en venir con su maestro.
—¿Cuándo se concluyó esto? —preguntó Evena.
—Ayer cuando pasé por el aquelarre. Estabas descansando y no quería molestarte.
—Está bien, podría usar su compañía aquí —Evena concedió.