—¿Entonces no estás decepcionado de mí? —preguntó Ava.
—Para nada, mi amor. Nunca podría decepcionarme de ti.
—Desearía que Ryder fuera tan comprensivo —dijo Ava.
—¿Por qué sientes que él no sería comprensivo? —preguntó su padre.
—Él es el Alfa de una manada y se supone que debo ser su perfecta Luna. ¿Cómo se supone que le diga a la gente que su Luna es en realidad una vampira?
—Medio vampira —corrigió su padre.
—Es lo mismo —dijo Ava.
Su padre extendió la mano y le sostuvo la mano, —Mira, cariño, tienes que confiar en Ryder y en el amor que ambos comparten, ¿realmente ves a Ryder como alguien que te abandonaría o te despreciaría por algo que escapa de tu control? —preguntó su padre.
—No lo sé. Tengo miedo.
—Solo confía en él, cariño —dijo su padre.
—También me da miedo dar a luz —Ava confió en su padre.
—¿Por qué?
—¿Y si mis hijos tampoco pueden transformarse como yo? ¿Cómo podrá mi hijo reclamar su derecho como Alfa de la manada? —Ava preguntó.