—¿Te gusto? —preguntó Jayden.
—Claro que sí, idiota, solo te propuse una relación sexual porque pensé que eso era lo que querías —respondió Lavanda.
—No quiero eso —dijo Jayden.
—¿Entonces qué quieres? —preguntó Lavanda.
—Te quiero a ti, quiero estar contigo. Quiero algo serio —respondió Jayden.
Lavanda sonrió, se acercó más a él y le dio un beso en la mejilla.
—¿Por qué tienes que ser tan terco? —le preguntó con cariño.
—¿Me perdonas ahora? —preguntó Jayden.
—Sí. No puedo estar enojado contigo por mucho tiempo —respondió Lavanda.
—¿Entonces podemos volver a estar juntos? —preguntó Jayden.
—Sí, pero tienes que prometerme que me dirás si hay un problema y no montarás escenas —le dijo Lavanda.
—Lo prometo —dijo Jayden—, extendió la mano, agarró a Lavanda por la cintura y la besó.
Lavanda cerró los ojos y se relajó en el beso. Había extrañado mucho a Jayden y estaba muy feliz de que estuvieran juntos de nuevo.
—Debería regresar a mi habitación —le dijo Jayden.