Dustin se acercó a Ava y la abrazó.
—Sé que todavía estás enojada conmigo, cariño, pero cuídate, ¿de acuerdo? —le dijo.
—Sí, padre, tú también cuídate —le dijo Ava.
—Lo haré, cariño —respondió él.
Evena, Dreya y Ava hicieron una reverencia ante la reina antes de partir.
Dreya los guió a las afueras de Salvatore. —Ya hemos llegado a nuestro destino. Cuídate, Ava —le dijo a Ava.
Ava lo abrazó. —Gracias por todo, Dreya, por cocinar para mí y hacerme compañía. Realmente lo agradecí —dijo.
—De nada, Ava, eres una persona maravillosa y fue un placer acompañarte —respondió Dreya.
Ava le sonrió como respuesta.
Dreya miró a Evena, pasó un brazo alrededor de su delgada cintura y lo atrajo hacia sí.
—Cuídate, Vena, no te agotes de nuevo, ¿entendido? —le preguntó.
—Entendido —respondió Evena.
Dreya se inclinó y lo besó mientras Ava miraba conmocionada. Lo soltó y dio un paso atrás.
—Nos vemos en una semana —dijo alegremente.