—¡D—Deja de hacer eso! —balbuceó Mallory, retrocediendo un par de pasos. Su rostro se sonrojó al chocar con uno de los estantes dentro de la biblioteca. Sus mejillas se tiñeron de un rosa intenso, traicionando su estado de confusión, y preguntó:
— ¿Has estado actuando extraño desde que salimos del teatro... ¿Es eso?
—¿El qué? —preguntó Hadeon, inclinando ligeramente la cabeza, fingiendo no entender.
Mallory sintió un cambio en su comportamiento y palabras desde que habían dejado el teatro, sin estar segura si las escenas allí lo habían afectado. Él había hecho mucho más de lo que su mente podía procesar esta noche, y su intensa mirada la hizo sentir aún más confundida. Sin decir otra palabra, se giró y se alejó caminando hacia otros estantes en la biblioteca.
—Prudente de tu parte no indagar más en esa pregunta —murmuró Hadeon, su mirada siguiendo la dirección de sus pasos suavemente resonantes.