Mallory realmente no le importaba si era parte de la familia real o no. Todo lo que le importaba era saber sobre su madre y comprender lo que había pasado que la había llevado a cruzarse con su abuela.
Mientras Morwenna encendía un extremo del mapa para que se prendiera fuego y se convirtiera en un pedazo de ceniza, Mallory se volteó hacia Hadeon y preguntó —¿Y ahora qué?
—Ahora planeamos viajar hacia el norte —Hadeon declaró con una esquina de sus labios curvándose como si fuera lo más obvio que hacer.
—¿Pero tu castillo aquí y los deberes? —Mallory preguntó, ya que él era el señor de estas tierras. Ningún hombre jamás había dejado todo atrás para viajar con alguien y ella le miró a los ojos.
—La gente que trabaja para mí hará su trabajo mejor que nunca antes. Estoy seguro de que están bien conscientes de que no dudaría en deshacerme de ellos no solo de sus trabajos sino de este mundo —Hadeon declaró.