La opresiva nube oscura se disipó al marcharse Anya, aligerando el ambiente. La advertencia de Kayla sobre la naturaleza problemática de los Fae resultó precisa, ya que el caos parecía seguir a Anya a dondequiera que iba.
Con Anya fuera, la atención se trasladó a Calan e Isaac aprovechó la oportunidad para conocer al joven. Maxi siempre reprendía a Isaac por ser demasiado duro con Calan, pero Calan parecía lo suficientemente decente y Kayla ya le tenía simpatía. Después de un poco de amenaza por parte de Isaac, él permitió a regañadientes que estuvieran solos.
Incluso después de que la cena terminó, continuaron pasando tiempo en la mesa, bromeando y gastándose bromas mutuamente. Aunque la actividad era agradable, Maxi no podía esperar a que terminara para poder hablar con Isaac en privado. Ella podía ver que él sentía lo mismo, evidente por su incesante tamborileo en la rodilla.