—Creo que el rojo sería mejor, audaz y peligroso, es el tipo de pasión que quiero que sature el salón de baile ese día. No hay lugar para la monotonía. —La Reina Maeve seleccionó entre los numerosos tejidos que le entregó el comité Fae encargado de la preparación.
Quedaban solo dos días para el baile de emparejamiento y ella tenía que asegurarse de que no quedara piedra sin mover. La Reina Maeve estaba invirtiendo todo su tiempo en esto, sabiendo que era esencial para el futuro de su precioso hijo Valerie. Haría cualquier cosa, llegaría a cualquier extremo para asegurar ese trono para él. No es que el hijo bastardo aprecie su gesto.
Parece que el anuncio del baile solo empeoró la relación ya frágil entre ella y Valerie. Apenas vislumbra a Valerie, sin mencionar que él está ocupado en la corte y ella no podía exigir exactamente que él abandonara su deber y la viera. Incluso los otros miembros de la familia en la mesa notaron la tensa relación con su hijo y fue bastante vergonzoso.