—Llámala infantil por tener miedo de una escena causada por su imaginación hiperactiva, pero Islinda no tenía intención de sufrir otro ataque de pánico mientras estaba sola. No ha olvidado cómo se sintió la primera vez.
Islinda pensó que iba a morir, había solo este sentido de fatalidad inminente que hizo que el ataque de pánico fuera peor y mucho más intenso, especialmente recordando lo indefensa que se había sentido en esa habitación.
Y entonces su corazón latía tan rápido que parecía que iba a saltar fuera de su pecho. Se estaba ahogando con su respiración y su garganta estaba dolorosamente apretada. Todo lo que podía oír era su sangre palpitar en sus oídos, lo que ahogaba la voz de Aldric hasta que esa bofetada aguda la sacó de vuelta a la realidad.