El tiempo pareció congelarse por un momento.
Chase se sentía débil, pero por suerte, tenía suficiente fuerza como para no desmayarse en el acto.
—¿Cómo te atreves a usarme una pistola de aturdimiento? —Chase fijó su mirada asesina en Hazel como si un halcón estuviera acechando a su presa.
Hazel retrocedió un poco, pero aun así, logró calmarse. —Fue autodefensa. Si te me acercas de nuevo... ¡llamaré a la policía!
Chase soltó una risotada de ira. —¿Llamar a la policía? ¡Adelante! ¡Él era el hombre número uno en la ciudad!
Hablando claramente, ¡hasta el propio gobierno local necesitaba el apoyo de la familia Black! ¡Incluso si viniera la policía, se pondrían de parte de Chase!
—No te enfades, Chase. Hazel no quiso...
Chase bufó. —¡No es asunto tuyo. Esto es entre ella y yo!
Al principio, lo hizo por Lyra. Y ahora, solo estaba controlado por su ira.
Hazel llamó hacia la puerta. —Zoey.
Zoey, su asistente personal, abrió la puerta y entró. —¿Sí, señorita Haynes?
—Llama a la policía inmediatamente. Diles que hay problemas aquí. —¡Entendido! —respondió Zoey.
—¡Te has pasado, Hazel Haynes! —Chase exclamó.
Pensó que Hazel solo estaba faroleando. Y eso lo enfureció aún más con ella.
Sí, Chase no temía a los policías. No quería ser molestado para nada.
Especialmente ahora en este momento crítico cuando los reporteros todavía estaban abajo. Si lo llevaban los policías, afectaría su reputación.
Hazel se había calmado completamente. Habló de nuevo mientras su tono se endurecía. —Si no te importa armar un escándalo, ¡vamos juntos a la estación de policía! Los doctores sabrán si realmente asalté a Lyra. Si la empujé, definitivamente habría mis huellas en su vestido. ¡De cualquier modo, pronto descubriremos la verdad!
Hazel se giró y miró fríamente a Lyra, sacando una grabadora de su bolsillo. —Tengo aquí una grabadora. Ha registrado todo lo que acabas de decirme. Si no te importa, la reproduciré ahora mismo para que todos podamos escuchar la conversación.
¡A Hazel le gustaba llevar siempre consigo una pequeña grabadora! Pero todo ocurrió demasiado rápido. Por lo tanto, nunca tuvo la oportunidad de encenderla.
Aún así, bajo las circunstancias, aunque la grabadora no hubiera registrado nada, era suficiente para protegerla. Al menos, Lyra no se atrevería a contar más mentiras.
Como se esperaba, el rostro de Lyra se volvió pálido cuando escuchó eso.
Si Chase escuchaba lo que ella acababa de decirle a Hazel, entonces podría despedirse de la imagen de doncella inocente que había mantenido durante tantos años. Todos sus planes se arruinarían en un instante.
—Olvida todo, Chase. Estoy bien, ¿ves? Vamos a ver el vestido de novia... Ignorando el dolor en su estómago, Lyra tomó el brazo de Chase. Sin embargo, no logró ocultar la leve inquietud en sus ojos.
Chase frunció el ceño ante la nerviosa reacción de Lyra y se dio cuenta de que las cosas quizás no fueran tan sencillas.
—¿Por qué estás tan nerviosa? —preguntó.
—¿Eh? ¡No estoy nerviosa! No, solo es que... solo es que no quiero hacer una tormenta en un vaso de agua —tartamudeó Lyra mientras su corazón daba un vuelco. Al segundo siguiente, puso su habitual aspecto inocente y dijo:
— Los oficiales de policía tendrán que llevarnos a la estación de policía. Eso definitivamente nos costará horas. Después de todo, lo que importa es el vestido de novia, ¿verdad?
Chase tomó una respiración profunda mientras miraba a Lyra con severidad. —Lyra, ¿acabas de mentirme?
—¡Yo, yo no lo hice! Chase, no me malinterpretes. ¡No creas nada de lo que ella dice! Yo... yo...
Hazel no se andaría con suavidades con Lyra. —Adelante —dijo—. Cuando los oficiales lleguen, vamos juntos a la estación y la verdad saldrá a la luz. Lyra, hay muchos reporteros abajo. Estoy segura de que si esta evidencia sale a la luz, la gente tendrá su propio juicio. ¡Después de todo, que un hombre sea ciego y estúpido no significa que todos los hombres y mujeres sean ciegos y estúpidos!
Empujado por la ira, Chase intentó tomar la grabadora de la mano de Hazel. ¡Estaba desesperado por escuchar qué exactamente había dicho Lyra!
—¡Ya basta de tonterías, Hazel. Simplemente dame la grabadora!
Hazel deslizó la grabadora de nuevo en su bolsillo, sus labios dibujando una mueca burlona. —Obtendrás la grabadora más tarde cuando todos estemos en la estación de policía. Los oficiales de policía llegarán pronto. Entonces, ¿cuál es la prisa? Además, si destruyes la grabadora para proteger a Lyra, mi evidencia se habrá ido.
Chase apretó los dientes y lanzó una mirada furiosa a Hazel.
No esperaba que después de seis años, ella se hubiera vuelto aún más astuta.
La cara de Lyra se volvió mortalmente pálida como si todo el color se le hubiera drenado. Mordiéndose los labios, miró a Chase con una mirada de lástima.
—Chase, deberíamos detener esta locura. Nos vamos a casar, ¿recuerdas? No hagamos un gran problema de esto frente a la prensa...
Chase sacudió a Lyra impacientemente. Odiaba más que nada cuando las mujeres le jugaban trucos. —¡No vamos a ver ningún vestido de novia hoy!
Con eso, Chase caminó con paso firme fuera de la sala de conferencias sin dudarlo.
No esperaría a que llegara la policía. Solo emocionaría a los reporteros y les daría más historias.
—¡Hazel, esto no se ha acabado! —rugió Lyra—. Pagarás por esto. Luego, salió apresuradamente para perseguir a Chase.
—¡Chase, espérame, Chase! ¡No le he dicho nada a ella! Tienes que creerme... —Se oyó su voz, y luego se desvaneció por el pasillo.