—Aunque seas mi hijo aún no eres lo suficientemente fuerte para poder permanecer en nuestro plano de existencia, pero puedo poner un escudo temporal alrededor de ti que podría salvarnos 30 minutos —dijo Mykael mientras miraba a su hijo.
—¿Cuál es tu plan? —preguntó a Kevin, curioso por saber qué había ideado esta vez su astuto yerno.
—Antes de traer a este camaleón aquí, me gustaría poner todas las probabilidades de nuestro lado, si tus hombres no pueden encontrar a Kelan, entonces necesitamos ser capaces de rastrearlo de otra manera —respondió Kevin con incertidumbre.
—Mira, ni siquiera sé si es posible, pero ¿puedes encontrar un aroma común en Alan, Nolan y Dilan? —le preguntó a Axel, volviéndose hacia él.
—Cariño, cada individuo tiene su propio aroma... —negó con la cabeza Axel.
