—Kevin entonces le mostró cómo parar y desarmar a un oponente, y después de media hora de práctica, Axel y Alan finalmente aparecieron y Alan inmediatamente hizo señas para que Erik lo siguiera.
—La tarde parecía haber terminado... Erik agradeció a Kevin por todos sus consejos y se apresuró a unirse al único hombre que le importaba.
—Tras guardar sus nuevas armas en su bolsa mágica, se lanzó a los brazos de Alan y lo besó apasionadamente. Era hora de ir a practicar un deporte completamente diferente y cuando vio la mirada llena de lujuria que Alan le daba, supo que estaban en la misma página.
—Erik no tuvo tiempo de preguntar cómo había terminado su discusión porque Alan lo lanzó bruscamente sobre su hombro como una bolsa de papas y tras asentir a Axel y Kevin, desapareció con una velocidad sorprendente que dejó a Kevin completamente sin palabras.
