Añadió porque realmente quería terminar sus diagramas:
—Axel, por favor ve a hacer otra cosa y déjame terminar esto, ¿vale?
Axel, que había sido sorprendido mirándole el trasero, no tuvo más remedio que dejar de contemplar esa visión perfecta, y decidió ir a entrenar para calmar sus nervios.
Era lo único que podía ayudarle a combatir la frustración sexual que sentía cada vez que estaba cerca de Kevin, no sabía por qué estaba tan obsesionado con él, era la primera vez que sentía algo así por alguien.
Antes de unirse a la Secta del Sol había hecho el amor con mujeres y hombres pero siempre por una noche, y nunca había quedado completamente satisfecho, nadie había logrado captar su atención.
Cuando tenía 18 años y se unió a la Secta del Sol, había concentrado toda su energía en su entrenamiento y se había dado cuenta de que disfrutaba más luchando con una espada que pasando tiempo con alguien.
