—¿Cómo podía Erik al estar inconsciente seguir queriendo y siendo capaz de protegerlo... Realmente tenía muchas preguntas en su mente pero aun así eligió decirle:
—Haz lo que tengas que hacer, tu hermano y yo no vamos a irnos a ninguna parte, te esperaremos aquí.
Luego vieron a Alan colocar una mano en la mejilla de Erik y acariciar su rostro tiernamente, tranquilizándolo y diciéndole que todo estaba bien y que no había enemigos en su hogar, y después de solo unos segundos, Erik finalmente se relajó y colapsó de nuevo en sus brazos.
Fue una escena verdaderamente inusual la que ambos acababan de presenciar y Dilan y Nolan intercambiaron una mirada que mostraba cuán desprevenidos estaban para enfrentar este tipo de situación.
Alan no se molestó en explicarles más y los vieron levantarse con Erik en brazos, el contraste entre el chico que ahora parecía inofensivo en sus brazos y el que había amenazado con un hacha era realmente sorprendente.