El número de criaturas invocadas no había cambiado desde la última vez y el contador ante sus ojos mostraba 888 / 1 400, lo que significaba que todavía quedaban 512 en esta sala esperándolos.
Les dio esta información a todos y Kevin dijo:
—Me quedaré en el pasillo de la entrada y dejaré que mis caballeros muertos me protejan. Erik, si quieres participar en la primera batalla puedes hacerlo, pero después te quedarás conmigo, ya has hecho suficiente por hoy. En cuanto a los demás, espero que todos estén en buena forma porque para poder copiar sus hechizos de invocación tendré que dejar que los usen, y así tendrán que enfrentar otra ola de criaturas invocadas.
Kevin los vio a todos sonriendo y ansiosos por la pelea y pudo ver que todos excepto Erik parecían estar en perfectas condiciones físicas, pero para estar seguro, le preguntó a Axel a través de su vínculo telepático:
—¿Realmente te sientes bien? ¿Ni siquiera estás cansado?
Oyó la risa de Axel resonando en su cabeza y le dijo: