Kevin, que no había podido deshacerse de ese mal presentimiento desde que descubrió las agujas en el cuerpo de Ian, pensó rápidamente antes de finalmente tomar una decisión e ir a buscar un maniquí.
Le dijo a Erik después de haber sacado los diagramas que había hecho sobre la circulación sanguínea en el cuerpo humano y sobre las ubicaciones precisas de los puntos de presión:
—Voy a darle a Axel y a Alan el mismo entrenamiento que el que acabamos de hacer.
Mientras tanto, ¿podrías empezar a explicar los puntos de presión a Yelena y Ashton? —Erik pareció sorprendido de que Kevin le pidiera que hiciera tal cosa, pero asintió y les hizo señas a Ashton y Yelena para que se acercaran al maniquí.
Kevin explicó sus dudas y temores a Axel y Alan y les dijo que a partir de ahora los entrenaría todos los días individualmente durante 30 minutos en su técnica secreta, que por cierto comenzaba a no ser realmente una técnica secreta debido al número de personas a las que se la estaba enseñando.