—Tráelo contigo y mata tantos de esos bastardos como puedas... Dame otros cinco minutos para terminar y podremos irnos —dijo Alice.
Kerry negó con la cabeza con resignación, Alice realmente no había cambiado, seguía siendo tan mandona.
Hizo señas a los chicos para que lo siguieran y después de cruzar la pared creada por la piedra de ilusión de Alice se encontraron inmediatamente en la tienda que estaba siendo devastada por los soldados del Rey en ese mismo momento.
—Esos bastardos, como Alice los había llamado amablemente, estaban arruinando su tienda —Axel contó 4 de ellos y dijo:
— Erik, son para ti, es hora de que le muestres a Alan de lo que realmente eres capaz.
Entonces Erik tuvo el mismo tipo de sonrisa que Kevin tenía antes de una pelea y comenzó a caminar hacia su primer oponente.
—Alan lo encontró diabólicamente sexy así, pero no pudo evitar decir en voz muy baja para que solo Axel pudiera oírlo —Si alguna vez se lastima te haré pagar.
