—Intentaré buscar pistas durante esta semana —dijo Shen Ji Yun mientras caminaban.
—Entonces yo también ayudaré.
—No —dijo él, interrumpiendo lo que Luo Yan estaba a punto de decir—. Solo concéntrate en repasar para tu examen del jueves y viernes. Luego, como si pensara que eso no era suficiente, añadió:
—Además, intenta reducir tu tiempo de juego esta semana.
Luo Yan se divirtió con su recordatorio:
—Hermano Ji Yun, no te preocupes, soy un buen estudiante. Definitivamente no reprobaré mis exámenes —le aseguró.
Shen Ji Yun asintió. No tenía dudas al respecto. Después de todo, su conejo era muy inteligente. Pero no estaba de más tomar precauciones. Luo Yan todavía era un estudiante de secundaria. Sus estudios deberían estar en una posición mucho más alta en su lista de prioridades. Por supuesto, mucho más alta que los videojuegos.
