En las calles de Ciudad de Goldcrest, casi todos los ojos de los jugadores alrededor de la zona estaban sobre el par de jóvenes que caminaban uno al lado del otro. No es realmente sorprendente porque ambos tenían una apariencia física sobresaliente.
El joven que era más alto tenía cabello largo morado oscuro con puntas plateadas. Sus ojos eran del color de amatistas oscuras bordeadas de oro. En la cima de su cabeza tenía un par de cuernos en forma de astas doradas. Con solo mirarlo, no querrías apartar la vista. Era así de guapo. Su temperamento gélido solo añadía más encanto y misterio a su persona. Haciendo que la gente quisiera acercarse pero no pudiera.
Si uno se paraba a su lado, seguramente sería abrumado por su presencia. Completamente olvidado por la multitud. Pero sorprendentemente, el que caminaba junto a él no estaba ni un poco eclipsado por su presencia. De hecho, era igual de sobresaliente que el otro.
