—¿Luo Yan? —preguntó Su Yuqi con cautela.
Luo Yan inclinó la cabeza y sonrió. —Sí.
Su Yuqi observó al chico frente a ella. Bueno, para empezar, ciertamente parecía guapo. Y si uno miraba más de cerca su rostro y lo imaginaba un poco más maduro, definitivamente se parecería exactamente a Noctis el elfo lunar. Pero incluso si ese fuera el caso, la atmósfera que desprendía en ese momento era totalmente diferente a cuando estaba en el juego.
Cuando es Noctis, desprende esta sensación de nobleza. Como una hermosa flor intocable. Podrías mirar, pero ciertamente no podrías tocar. Pero en la realidad, definitivamente no era así. Mirándolo, todo lo que Su Yuqi podía ver era un suave y grande mochi.
Por primera vez, de repente tuvo ganas de apretar a alguien. De pellizcarlos tan fuerte hasta que sangraran sus mejillas. ¿Debería hacerlo? Sus manos ciertamente tenían ganas de hacerlo.
—Yuqi —llamó la fría voz de Shen Ji Yun—. Sea lo que sea que estés pensando, no lo hagas.
