LUO YAN despertó debido al sonido del despertador en su mesa de noche. Somnoliento, lo apagó y cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue el rostro del gran oso de peluche que estaba abrazando. Lo abrazó con fuerza. Realmente le gustaba este gran oso que Luo Jin le había regalado. Es suave, esponjoso y cómodo para abrazar. Hacía que le fuera más fácil dormirse por la noche. Después de darle un último apretón, finalmente se sentó y miró alrededor de su enorme habitación.
Las paredes estaban pintadas del azul más claro. Al mirarlas, no podías evitar sentirte tranquilo. Había dos puertas dentro, una que conducía a un vestidor y la otra al baño. Ambas podrían compararse con el tamaño de una habitación grande en una casa ordinaria. La cama también era de tamaño king con ropa de cama azul oscuro que tenía lindos diseños de conejos. Había una mesa de estudio y encima de ella estaba la última MacBook.
Pero lo que más amaba Luo Yan de esta habitación era la ventana del suelo al techo. Se levantó y caminó hacia la mencionada ventana. Corrió la cortina azul cerúleo hacia un lado, revelando la ventana del suelo al techo. Luo Yan la abrió y el sol de la mañana golpeó inmediatamente su cuerpo. Sonrió al ver el hermoso jardín de rosas frente a él.
Su habitación estaba en la planta baja y daba directamente al jardín trasero. Siempre que veía este lugar, sentía algo suave dentro de su pecho. A pesar de no recordar mucho, Luo Yan podía sentir que el dueño original tenía muchos buenos recuerdos en este jardín. Por eso también se sentía bien cada vez que lo veía.
Después de disfrutar de su dosis matutina del jardín, fue al baño a lavarse la cara y cepillarse los dientes.
Habían pasado cinco días desde que Luo Yan volvió a casa. Durante esos cinco días, comprendió completamente cuán rica era su nueva familia. No solo era esta gran casa o todas las cosas caras dentro de ella, era más sobre las cosas que Luo Yan encontró en internet. Eso fue lo primero que hizo cuando vio la MacBook en su habitación.
Encontró muchos artículos sobre su padre en Baidu. Cuanto más leía, más asombrado estaba. Su familia no solo era rica, eran unas de las personas más ricas de Ciudad S o probablemente incluso del país. Su padre - Luo Wei Tian - era el fundador, presidente y CEO del Grupo Tianhua. Era una empresa que se ocupaba de bienes raíces y desarrollo de tierras. Muchos centros comerciales, centros vacacionales, subdivisiones y complejos de apartamentos en el país fueron desarrollados por el Grupo Tianhua. Con solo eso, uno podría decir fácilmente cuán rica era la familia Luo.
Luo Yan se sintió un poco abrumado al principio. Porque pensó que sería simplemente un rico de segunda generación normal. No se dio cuenta de que realmente sería un auténtico joven maestro.
Tal vez esta era la compensación de Dios por matarlo antes de que pudiera siquiera cosechar los frutos de su trabajo. Así que le dio una familia amorosa que lo consentiría sin fin y, además, eran súper ricos. Algo que nunca tuvo en su última vida. Si ese era el caso, entonces aceptaría más que gustoso esta compensación.
Luo Yan salió del baño, luego fue a su vestidor y sacó su colchoneta de yoga al exterior. La colocó frente a su ventana del suelo al techo. Luego comenzó su ejercicio matutino.
—¡Buenos días! —saludó Luo Yan cuando llegó al comedor. Su padre y sus dos hermanos ya estaban allí, esperándolo para desayunar.
Desde su llegada hace cinco días, todos ellos desayunaban y cenaban juntos. Aunque su padre y su hermano mayor estaban ocupados, aún se aseguraban de comer con él y Lou Jin.
Después de saber que su padre era el presidente del Grupo Tianhua, Luo Yan realmente entendió cuán importante era para él. Después de todo, estaba dispuesto a sacrificar su importante tiempo solo para acompañarlo cuando aún estaba en el hospital. Eso ya era una prueba más que suficiente. Estaba verdaderamente agradecido de que esta fuera la familia que Dios le dio. Ahora, ya no se sentía como la persona más desafortunada de la Tierra.
Los tres lo saludaron de vuelta. Luo Yan se sentó junto a Lou Jin y todos comenzaron a comer.
—Papá, creo que deberías comenzar a contratar tutores para Yan —dijo de repente Luo Jin—. Tiene que recuperar siete años de educación perdidos. Como su salud está bastante bien ahora, creo que es momento de enfocarnos en su educación.
Los tres miraron a Luo Jin como si estuvieran viendo a un marciano.
—Xiao Jin, ¿comiste algo malo? ¿O te golpeaste la cabeza? —preguntó Luo Ren.
Luo Jin se sonrojó intensamente. —¿Qué? Solo no quiero que nuestro hermano se vuelva tonto, ¿vale?
Luo Yan esperaba que su padre o su hermano mayor abrieran el tema de tener un tutor. ¿Quién iba a pensar que Luo Jin lo mencionaría primero? Luo Yan sonrió secretamente. Este hermano menor suyo era realmente un gran tsundere.
—Solo te estoy molestando —dijo Luo Ren con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Xiao Jin tiene razón. He estado negligente —dijo de repente su padre—. Luo Wei Tian estaba tan inmerso en la felicidad de tener a su hijo de vuelta en casa que casi había descuidado el asunto de su educación. —No te preocupes, Xiao Yan. Contrataré a los mejores tutores para ti.
Pensando que tenía que obligarse a 'aprender' todo de nuevo, se contuvo de hacer una mueca. No podía decirles posiblemente que ya tenía un diploma universitario y que no había necesidad alguna de tutores. Entonces, Luo Yan no tuvo más opción que solo sonreír y aceptar. —Está bien, papá.
—Entonces, papá, ¿puedo enseñarle a Yan mientras sigues buscando? Ya que estoy bastante libre y no tengo nada más que hacer —se ofreció Luo Jin.
Luo Yan miró a su hermano menor. —¿Ah Jin sabe cómo enseñar? —preguntó, con incredulidad escrita en su bonito rostro. Porque, honestamente, realmente no podía creer que Luo Jin tuviera la paciencia para enseñar a otras personas.
Su padre y su hermano mayor de repente estallaron en carcajadas. Mientras que el rostro de Luo Jin se volvió rojo nuevamente.
—Si no quieres, entonces olvídalo —resopló Luo Jin.
—Yan Yan, Xiao Jin es el estudiante número uno en su año. Así que puedes estar seguro de que él puede enseñarte —dijo Luo Ren.
Ahora, eso es algo que Luo Yan realmente no esperaba. ¿Quién podría culparlo? Es todo porque este hermano menor parecía tener el papel estereotípico de un delincuente en un drama juvenil de ídolos. Esos tipos no suelen saber cómo estudiar, ¿verdad?
Luo Yan sonrió brillantemente a Luo Jin, sus grandes ojos de flor de melocotón brillando. —¡Vaya, Ah Jin eres tan poderoso! Entonces tienes que enseñarle bien a tu hermano.
—¡Hmp! Claro que lo haría —dijo Luo Jin—. A pesar del tono molesto, todos en esa mesa podían ver que claramente estaba feliz.