—Ah Jin, vayamos primero de compras antes de subir de nivel —sugirió Luo Yan cuando salieron de la Tienda General. Estaban en la parte de la ciudad donde se ubicaban todas las tiendas. Así que era conveniente ir de compras ahora antes de que fueran a matar monstruos.
—No me importa, ¿pero tienes monedas de cristal? —preguntó Luo Jin.
Compró monedas de cristal cuando todavía estaba en su Pueblo de Origen. Necesitaba comprar porque tenía que usar esas pociones rojas. Tenía su propia cuenta bancaria con una cantidad considerable de dinero depositado, por lo que le resultaba fácil comprar esas monedas de cristal. ¿Pero qué pasa con su segundo hermano? No había escuchado que su padre le diera acceso a Luo Yan a su cuenta bancaria.
Luo Yan sonrió con complicidad. —Papá y Hermano me compraron muchas monedas de cristal. No sabes, pero ahora mismo soy realmente un tirano rico del juego.
Esto divirtió a Luo Jin. —¿Dónde aprendiste ese término?
—En internet —dijo Luo Yan, lo cual era parcialmente verdad, ya que aprendió ese término en internet durante su última vida.
—Más te vale que no estés viendo cosas raras.
Luo Yan inclinó su cabeza hacia un lado y actuó con total inocencia. —¿Cosas raras?
—Ya sabes, algo inapropiado.
Luo Yan parpadeó sus grandes ojos azules rodeados de largas pestañas blancas. —¿Qué considera Ah Jin como inapropiado?
—Ya sabes, esas cosas— Luo Jin se detuvo, ¿cómo podía hablarle a su segundo hermano sobre esas cosas? Podría hacer que quisiera buscar sobre ello. —¡En fin! Vayamos ya de compras —se dio la vuelta y caminó.
Luo Yan rió por lo bajo. Realmente es divertido tomarle el pelo a este hermano menor. —¡Ah Jin, espera! ¡Vas en la dirección equivocada! —le llamó.
Luo Jin se detuvo y lo miró. Su pequeño rostro se tornó rojo de vergüenza. —¡Entonces no te quedes ahí parado, muéstrame el camino!
—Sí, sí.
—¿Vamos a la Tienda de Armas? —preguntó Luo Jin.
—Creo que es más conveniente si compramos armas una vez que tengamos nuestra propia clase. De esa manera podríamos comprar directamente un arma de alta calidad adecuada para la clase que hayamos elegido —dijo Luo Yan—. Pero si Ah Jin quiere comprar un arma ahora, no me importa.
—No, tienes razón —Luo Jin todavía podía usar el arma que compró en su Pueblo de Origen, así que actualmente no necesitaba un arma nueva—. Entonces, ¿adónde vamos?
—Allá —respondió Luo Yan, señalando un edificio a su derecha.
Ambos dejaron de caminar y Luo Jin giró hacia la dirección que su hermano señaló. Lo que vio fue un edificio de tres pisos con un letrero 'Tienda de Disfraces'.
—¿Tienda de Disfraces? ¿Vamos a comprar disfraces? —preguntó Luo Jin un poco incrédulo.
—Oye, Ah Jin, no juzgues. Muchos disfraces tienen mejores estadísticas que las armaduras. Aparte de que son más ligeros, son incluso más bonitos a la vista. No como la mayoría de las armaduras de aspecto chabacano —dijo Luo Yan indignado.
La mayoría de las personas que compraban disfraces eran jugadores ricos o al menos aquellos que tenían la habilidad de ganar monedas de cristal en el juego. Porque si realmente quieres un disfraz que sea mejor que la armadura habitual, entonces necesitas muchas monedas de cristal. Son caros. Los que eran baratos realmente no hacían mucho en las estadísticas de un jugador. Si eres un jugador serio y eliges disfraces en lugar de armaduras, entonces es mejor comprar los caros.
Luo Jin, que ya se estaba acostumbrando al abundante conocimiento de su segundo hermano sobre este juego, una vez más escuchó la palabra 'bonito' salir de la boca de su hermano —Entonces, ¿solo quieres verte bonito? Pero realmente no lo necesitas.
Luo Jin dijo lo último casi como un susurro, pero Luo Yan todavía lo escuchó. Sonrió brillantemente a su hermano —Sé que ya me veo bonito, pero no hay daño en verse aún mejor.
Luo Jin alzó una de sus finas cejas —¿No estás siendo un poco narcisista?
Luo Yan solo sonrió a su hermano. Podía admitir que realmente era un poco narcisista. Siempre se elogió a sí mismo al crecer. Porque no había nadie a su alrededor para hacerlo. Era su propia manera de ganar confianza. Siendo huérfano, estaba rodeado de personas que solo querían menospreciarlo. Entonces, ¿por qué no iba a elogiarse a sí mismo? Antes de que se diera cuenta, ya se había convertido en un hábito. Un hábito que obviamente trajo de vuelta en esta vida.
—Entremos —dijo simplemente.
Entraron en la Tienda de Disfraces. El interior era casi similar a una boutique. Había menos jugadores dentro en comparación con la Tienda General, pero ambos aún atraían atención.
Luo Yan echó un vistazo a los precios mostrados debajo de la ropa colgante. Eran baratos. Así que los caros probablemente estaban en el segundo y tercer piso.
—Ah Jin, subamos al tercer piso —dijo.
Luo Jin asintió y siguió.
A diferencia del primer piso, la ropa en el tercer piso estaba dentro de una vitrina de cristal en lugar de estantes. También había menos ropa aquí en comparación. Luo Yan miró a su alrededor y sus ojos brillaron cuando vio un disfraz en particular. Caminó frente a él. Había un título debajo de la vitrina - 'Niño en el País de las Maravillas'. Era un conjunto completo de ropa con sombreros y zapatos a juego.
—Ah Jin, ven, este definitivamente te quedará bien —dijo Luo Yan.
Luo Jin caminó junto a su hermano y miró el disfraz. Frunció el ceño cuando lo vio. —¿Quieres que me ponga eso?
—¿Qué tiene de malo? Es lindo. ¿O prefieres eso? —dijo Luo Yan señalando un uniforme de marinero blanco—. ¿O eso? —agregó señalando un mameluco de gato—. Si quieres eso, entonces está bien, lo compro para ti. Solo no sabía que Ah Jin tiene ese tipo de hobby
—¡Para! Está bien, me pondré esto —dijo Luo Jin refiriéndose al disfraz original que su hermano quería que se pusiera. Por supuesto, no olvidó lanzarle una mirada fulminante a Luo Yan.
Justo entonces, un NPC se acercó a ellos. —Estimados clientes, ¿necesitan alguna ayuda?
—Sí, quiero comprar esto —dijo Luo Yan.
—Entendido —respondió el NPC.
Luego, de manera muy similar a lo que sucedió en la Tienda General, apareció una ventana pidiéndole que escribiera su nombre de cuenta de juego.
—Espera- Yo pagaré por ello —dijo Luo Jin ya que él es quien lo va a usar.
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—Es mi invitación. Deja que el hermano pague por ello —dijo Luo Yan escribiendo de inmediato su nombre de cuenta de juego antes de que Luo Jin pudiera rechazarlo.
Después de la transacción, el disfraz desapareció dentro de la vitrina de cristal y apareció flotando frente a Luo Yan.
Se volvió hacia el NPC.
—¿Hay alguna manera de equipar esto automáticamente?
—El cliente solo necesita tocarlo y aparecerá una ventana emergente preguntando si desea equiparlo —respondió el NPC.
—Ah Jin, tócalo ahora —Luo Yan urgió emocionado a Luo Jin.
Luo Jin frunció el ceño pero aún así tocó la ropa flotante. Entonces, como dijo el NPC, apareció una ventana emergente preguntándole si quería equipar la serie de disfraz 'Niño en el País de las Maravillas'. Hizo clic en 'sí'. De repente estuvo rodeado de luz y lo siguiente que supo, ya estaba usando el disfraz.
Luo Yan miró a su hermano, sus ojos azules brillando. Luo Jin llevaba una camisa de manga larga blanca con un lazo azul. Estaba metida bajo unos pantalones cortos azules con tirantes negros. Tenía zapatos negros y calcetines blancos hasta la rodilla. También llevaba un sombrero gatsby negro. En resumen, ¡era absolutamente adorable!
Luo Yan aprovechó ese momento para tomar un par de capturas de pantalla. Las enviaría más tarde a su cuenta de WeChat y luego se las mostraría a su padre y su hermano. Sin duda les encantaría.
Después de eso, ya no se resistió y abrazó a su hermano.
—¡Ah Jin, eres tan lindo!
Luo Jin se sonrojó inmediatamente.
—¡Bájame!
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Una figura solitaria vestida completamente de negro salió de uno de los portales de teletransportación en Ciudad de Olkdale. Era alto y delgado. Su cabello negro estaba un poco desordenado. Una espada ancha estaba atada detrás de su espalda. Su raza parecía ser humana.
La mitad inferior de su rostro estaba cubierta por una máscara negra. Pero a pesar de eso, cualquiera podía darse cuenta de que el tipo era guapo. Quizás debido a su temperamento frío. Como si no permitiera que nadie entrara en su espacio personal. Sólo había una cosa que se podía ver claramente en su rostro.
Un par de ojos azules.
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