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—Luo Yan miró la cara normalmente inexpresiva de Shen Ji Yun que ahora estaba llena de emoción —comentó. Cualquiera podía ver que realmente estaba esperando esto con ansias. Sacudió la cabeza y sonrió. No importa. Solo déjalo que sea feliz. Podrían regresar al pueblo más tarde o mañana. No es como si la recompensa fuera a escaparse por sí sola.
Shen Ji Yun se detuvo frente a un edificio que parecía un establo de alta clase —Vamos a alquilar caballos. Así, nos será más fácil ir de un lugar a otro —dijo al notar la mirada curiosa de Luo Yan.
Luo Yan asintió. Eso en realidad era una buena idea, ya que de un vistazo, cualquiera podría decir cuán grande era el área que ocupaba este parque de atracciones.
Entraron y un PNJ que parecía un mozo de cuadra se les acercó rápidamente.
—Dos huéspedes, ¿en qué puedo ayudarles? —dijo el PNJ.
—Venimos a alquilar dos caballos —dijo Shen Ji Yun mostrando la pulsera dorada que tenía al PNJ.
Luo Yan hizo lo mismo.
