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—Recuerda lo que te dije, Yan Yan, si tienes algún problema, no dudes en llamar a tu hermano mayor —arregló cuidadosamente la corbata roja de Luo Yan Luo Ren.
—Ah Ren, todavía estás ocupado con ese trato. Es mejor si Xiao Yan me llama a mí —dijo su padre detrás de Luo Yan ayudándolo a ponerse su mochila.
—Aunque Luo Wei Tian dudaba que hubiera algún problema ya que había hablado detenidamente con el vicepresidente. Si ese hombre no entendió la amenaza subyacente en sus palabras, entonces no merecía el puesto de vicepresidente. Pero nunca se sabe si uno de esos gamberros en la escuela intentaría meterse con su segundo hijo.
—No hace falta llamar a nadie. Yo estoy allí. Protegeré a Yan. De ninguna manera permitiré que alguien lo intimide —dijo Luo Jin desde un lado.
—Estás en un año y una clase diferentes —recordó Luo Ren.
—¿Y qué? Todavía estoy en la misma escuela —contestó Luo Jin, incluso parecía un poco orgulloso de ello.
