Luo Yan miró por la ventana del carruaje. Entonces vio algún tipo de portal abriéndose en el cielo. El carruaje líder entró en el portal, seguido por otro. Su carruaje era el cuarto en la fila, así que pronto, ellos también entraron en el portal. Luo Yan sintió esa sensación de ser succionado en un vacío una vez más. Ah, realmente no le gustaba esta sensación. Tomó un rato antes de que la sensación desapareciera completamente.
—Xiao Yan, ya estamos aquí —escuchó decir a Bai Ze a su lado.
Luo Yan abrió los ojos y una vez más miró fuera de la ventana. Sus ojos se abrieron ligeramente cuando vio lo que estaba afuera. Era una isla flotante. En el centro de ella se alzaba un palacio de cristal. Casi parecía aquel palacio que Elsa hizo en la película Frozen. Sólo que este se veía más grandioso.