—¿Y qué hay de él? —Su Wei Wei señaló hacia Li Pingyi quien había sido ayudado a levantarse.
—Él me atacó porque pateé a su hermano. —Huo Zheng no ocultó nada. De repente se sintió decepcionado con ellos, sabía que no todos los hombres eran moralmente íntegros, pero todo tiene un límite.
—Cariño, ellos son tus hombres, ¡tú puedes manejarlo! —Su Wei Wei paseó a un lado y miró a Huo Shen, para ella matar era cuestión de exhalar e inhalar, pero solo Huo Shen podía manejar eso, aunque él llevaba una máscara, podía ver la decepción escrita por todo su cuerpo.