—¿De verdad? ¿Lo dices en serio? —se había calmado al escuchar su explicación, y eso era cierto, sería terrible si tuvieran hijos y terminaran descuidándolos. Incluso si contrataran criadas, sería igual a negligencia ya que serían criados por extraños mientras ellos andaban ocupados persiguiendo a Dios sabe qué.
—¡Sí! Por eso dije, puedes tomar este tiempo para lograr todo lo que quieras, después de que termines, puedes volver y tendremos una hermosa familia con hijos! —se acercó y la arrastró a sus brazos abrazándola fuertemente.
—Si estás preocupada por eso, no te preocupes... Me comportaré bien durante los próximos años, y luego, podré salir y cazar esos monstruos! —claro, ella iba a cazarlos, pero su prioridad principal en ese momento era tener hijos y disfrutar de un tiempo con su hombre.
—Está bien, está bien... —tendría que ceder, no parecía que tuviera opciones en ese momento más que calmar esta tormenta.