Los hombres Ye se sorprendieron y Huo Zheng también se sorprendió al verles por aquí, así que inclinaron cortésmente sus cabezas saludándoles. Por mucho que no quisieran hacer estas formalidades, seguían siendo de la familia real.
—Huo Zheng, quiero que acompañes personalmente a Su Wei Wei a donde quiera que desee ir —confía en esos guardias de agentes secretos, pero al mismo tiempo, su corazón solo estaría tranquilo si él la acompañara, y sabía que Huo Zheng podía manejarla fácilmente a ella y a cualquier peligro.
—Okay, déjame hacer los arreglos entonces —estos son los hombres que he conseguido, voy a ver si los Jeeps están bien —salieron dejando atrás a Cheng Yi.
Su Wei Wei frunció los labios al ver que este chico quería que Huo Zheng la acompañara, pero de todos modos, no podía quejarse ¿cierto?
—La comida está aquí... Puedes comer primero —con un gesto de su mano, señaló hacia la comida que estaba empaquetada y colocada sobre la mesa de café por Cheng Yi.