—Querida mía, ¿qué les pasa a esos dos? —La Reina Aria había notado que la relación entre los dos hermanos podría no ser como la mostraron anoche, parecían estar algo desarmónicos.
—No te preocupes, madre, todo estará bien, quiero que te prepares mientras veo qué podemos desayunar y luego podemos llevarnos a una criada con nosotros para que nos muestre la ciudad durante el tour... —Tomó la mano de su madre y caminaron hacia la enorme habitación de huéspedes mientras los guardias traían sus maletas. Su padre los seguía de cerca mientras el Viejo Maestro Huo se dirigía al jardín.
Se sentía decaído y no había dicho una palabra, estaba pensando en ir al Huo Conglomerate pero sabía que su hijo podría no recibirlo.
Así que cuidar las flores parecía ser la única manera de calmarse y lidiar con la soledad.
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