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Tres hombres ocupaban la parte delantera en la cabina del conductor. Mirando hacia afuera, no podía ver ningún vehículo circulando por ese camino. Este lugar parecía una subautopista aislada por la que vehículos o coches raramente pasaban y era de un solo sentido.
El camión iba a gran velocidad y ella necesitaba llegar hasta el frente, a la cabina, y tomar el control de él, si no, tal vez nunca sobrevivirían.
Se agarró de las manijas exteriores de la puerta y revisó los lados del camión antes de mirar hacia arriba, se dio cuenta de que los lados eran más seguros de tomar que la parte superior, lo que significaba que la notarían antes a través de los espejos laterales que si se moviera por la parte superior, pero la parte de arriba era más riesgosa sin manijas de las que agarrarse y fácilmente podría resbalarse.