—¡Solo quiero ver cómo están mis amigos! —quería saber si las chicas con las que había compartido celda seguían encarceladas.
—¿Esas chicas que se quedaron contigo? Huo Shen contrató abogados para sacarlas y que no las vieran como blancos fáciles en el momento que tú fueras liberada, ya que estaban allí por una razón... —Huo Qi se detuvo al escuchar sus motivos para venir aquí—. Habían desperdiciado estos minutos cuando podrían haber hecho algo útil.
—¿Liberadas? ¿Por qué no me lo dijiste? —ella le dio un puñetazo fuerte en los omóplatos por hacerle perder su tiempo—. ¡Deberían haberla notificado antes! Esto es un viaje desperdiciado.
—No preguntaste y tampoco te avisamos porque no pensábamos que fuera tan importante... —Huo Qi se encogió de hombros mientras su teléfono móvil vibraba. Metió la mano en el bolsillo lateral del uniforme militar color caqui y sacó el móvil. Era Huo Shen llamándolos.