—Gracias, tía... —Asintió con la cabeza agradecido. Aunque la comida sabía insípida en su boca, no podía demostrarlo, tenía que masticarla y tragarla pesadamente.
Todavía podía sonreír, pero era muy incómodo aunque nadie lo notara, —toma, bebe un poco de jugo de uva, lo hice yo mismo. —Su Qing, cuyos ojos brillaban y se veía adorable, añadió unas gotas de jugo en su vaso ya que él no había tomado leche de soja ni té.
Ella conocía todos sus alimentos favoritos ya que quería que él le correspondiera y solo podía halagarlo, casarse con él era uno de sus sueños, así que, ¿cómo no iba a saber qué le gustaba comer a su enamorado?
—Eso es suficiente... —Él levantó la mano educadamente para detenerla. Aunque no tenía mucha comida en casa, aún así comía algo. Miró de reojo a su hermana que estaba devorando montones de comida como un camello hambriento.