—¿Hoy? Deberías pensar en lo que quieres hacer y no agotar tus músculos que terminarían doliéndote hasta el próximo mes, mañana es nuestro día de compromiso y mañana, no te permitiré salir de la mansión ni a ningún lugar hasta que sea el momento de llegar a la recepción... —Se acomodó en su asiento frente a ella. Ella era una chica y quizás quería salir para algo como un entrenamiento o un tratamiento facial.
Cada chica siempre deseaba tratar su cuerpo en lugares donde pudiera recibir un tratamiento corporal, o comprar cosas al azar, o tener un tiempo solo para chicas, pero como acababa de salir de prisión, él entendía que no tenía amigas con las que hacer eso.
Y en la mansión Su, nunca se le permitió salir, a la escuela pública a la que estaba estudiando, su madre de repente la hizo abandonar por razones desconocidas.