—En... —dijo suavemente y de repente, como si le hubieran echado agua fría, abrió los ojos y gritó:
— ¿Qué? —con una voz inusualmente aguda.
Muyang la soltó y suspiró, tomó una profunda respiración y sacó un papel de su bolsillo.
—Eres la anfitriona de la fiesta de Navidad; sería descortés de tu parte no mostrar a tus invitados el lugar. Y ese documento que has estado esperando ya llegó —dijo.
Chi Lian no estaba satisfecha con su respuesta y se vengó de sus acciones pellizcando su cintura para expresar su descontento.
—Ay —se quejó él juguetonamente.
—¿Cómo puedes burlarte de mí así? —se quejó ella—. Dijiste que terminarías las cosas.
—No recuerdo haber dicho algo así —respondió él y se rió.
Ella lo miró fijamente con severidad.
—Hmph —dijo en respuesta. Luego arrancó el papel de sus manos y se sentó en la cama para estudiarlo.
Para hacer esto más rápido, sabía que necesitaría la ayuda de T4.