—Lamento no haber estado aquí —Muyang se disculpó. Se sentía muy culpable. Había venido corriendo en cuanto escuchó la noticia después de aterrizar. Encontró cinco llamadas frenéticas de su madre y dos de sus abuelos. Tres de sus guardias de cuerpo le informaron que Mei-Mei había sido llevada de urgencia al hospital después de un ahogamiento accidental o intencional.
—No es tu culpa —dijo ella.
—Sí lo es, esa mujer está en nuestras vidas por mi culpa. Te prometo que pagará muy caro por lo que ha hecho.
—Chi Lian asintió en señal de acuerdo—. No solo demandarla Muyang, necesita ir a prisión por mucho tiempo. Sus acciones fueron intento de asesinato.
—Uhm, Chi-Chi, necesitas pruebas para hacer tal acusación —le recordó Chi Wei—. Aunque todos sospechaban de la señorita Chu, aún no habían visto pruebas concretas de que ella intentara dañar a Mei-Mei.
—Tengo las pruebas.
T4 había enviado un video del conejito que siempre seguía a Mei-Mei, siempre que estuviera encendido.
