Chi Zimo salió corriendo del comedor y se topó con ellos.
—Hermana, yo no he visto nada, puedes continuar —se tapó la cara con las manos y se alejó torpemente.
La pareja que se besaba se separó y se rió nerviosamente.
—Vamos a comer —ella puso su mano en la de él y lo llevó al comedor.
—Nuera, ven y siéntate a mi lado —He Weili agitó sus brazos y la llamó con entusiasmo.
—Sí, mamá —ella abandonó a Muyang y se sentó entre la vieja dama y He Weili.
—Mamá, ¿hacia dónde corrió Chi Zimo?
—Fue a llamar a Jian Yu para cenar.
Chi Lian recordó a la actriz insolente que había llevado a casa. ¿Cómo pudo haberse olvidado de la vaca gorda en su propia casa?
Chi Zimo entró arrastrando a Jian Yu bruscamente de la mano. ¿Este niño no se daba cuenta de la mano que estaba tirando tan fuertemente? ¿Y si la rompía? Antes de que pudiera decir algo, su hermano mayor le ganó la palabra.