Chi Wei, como una gallina madre protegiendo a sus polluelos, se negó a dejar la habitación a menos que Jun Muyang saliera primero. Ambos se miraban fijamente como toros en un ruedo y ninguno estaba dispuesto a cederle la ventaja al otro.
—Aiyooo... hermano mayor, ¿podrías dejar de avergonzarme? —Chi Lian lo empujó fuera de la habitación.
Chi Wei la miró como si ella acabara de traicionarlo de la manera más grande posible. Todo lo que quería era protegerla, ¿por qué no lo dejaba hacerlo? Era su derecho divino como el hermano mayor.
Nerviosa, ella preguntó:
—Ehm... ¿te quedarás a cenar, creo que mi madre ha puesto un lugar para ti?
—Me quedaré. —Jun Muyang recogió su abrigo y la siguió fuera del dormitorio.
Se había vuelto una norma en la casa que mamá Chi alimentara a Mei-Mei durante la cena. Sin embargo, de tal palo tal astilla, por el amor de Jun Muyang, Mei-Mei rechazó a mamá Chi y lloró para que Jun Muyang, a quien llamaba 'papá' toda la noche, la cargara y alimentara.
Mamá Chi y Chi Wei llevaban la misma expresión de traición en la mesa de comedor esa noche.
De vez en cuando, Chi Lian le lanzaba miradas furtivas y se ruborizaba.
Ella también pasó la mayor parte de su tiempo eligiendo comida para él porque estaba alimentando a Mei-Mei.
—Aaahhh.. amor juvenil. —dijo Chi Zimo en voz alta, ganándose miradas hostiles de Papá Chi y Chi Wei.
Después de cenar, Chi Lian lo acompañó hasta la salida bajo el ojo hesitante y vigilante de los hombres de su familia.
Cuando ella cerró la puerta detrás de él, se relajaron como si un gran enemigo se hubiera retirado y finalmente estuvieran a salvo de nuevo.
Inmediatamente, —Hermana, no puedes confiar fácilmente en los hombres. —Chi Wei le aconsejó.
—Sí, todos los hombres son peligrosos. —enfatizó Chi Rui.
—¿No son ustedes también hombres? —preguntó mamá Chi a los ridículos hermanos.
—Somos diferentes a él, somos sus hermanos. —defendió Chi Wei.
Papá Chi asentía con la cabeza, de acuerdo en secreto con ellos pero sin querer que su esposa lo viera de acuerdo.
—Algún día también encontrarán mujeres que les gusten, ¿no las van a perseguir? ¿Debería decir lo mismo a ellas después de conocerlas? —preguntó mamá Chi. Ella asumió que usarían el pensamiento lógico para entender su punto.
—Eso es diferente —intervino Papá Chi de repente.
—¿Cómo? —Mamá Chi levantó una ceja.
Papá Chi, que fue intimidado hasta el silencio, deseaba decir que era diferente porque sus cerdos podían alimentarse de los repollos de otras personas pero su repollo no podía ser alimentado. Era un doble estándar pero no podía evitarlo.
Chi Lian se dio cuenta de que Jun Muyang había salido sin el pastel y salió corriendo con una caja de pastel de tamaño mediano para entregárselo.
—¿Cómo es que ella no duda en absoluto, simplemente sigue corriendo hacia él con los brazos abiertos? —Papá Chi tenía una expresión de dolor en su rostro.
¡Era simplemente ridículo! Mamá Chi se rió; el hombre actuaba como si su hija fuera oro precioso o diamantes. ¿Por qué no actuaba de la misma manera cuando la cortejaba? Ella también era una hija preciosa para su padre.
—Señor, me voy ahora —dijo el mayordomo.
Papá Chi, sumido en su propio dolor, ni siquiera lo escuchó. Tenía los ojos fijos en la puerta esperando que su preciado repollo volviera a casa.
El preciado repollo estaba parado fuera de la casa de Jun Muyang, esperando que le abrieran la puerta.
—Oh, Señorita Chi —Wenzhe la dejó pasar felizmente—. ¿Qué haces aquí?
—Olvidé darle este pastel a tu joven maestro cuando se iba de nuestra casa. Cenó en mi casa, ¿sabes? —se jactó. Sonaba como si acabara de lograr una gran hazaña para el imperio.
—Lo sé —respondió Wenzhe en un tono obvio—. Vi las noticias sobre cómo encontraste a esas chicas por cierto, bien hecho —le dio un pulgar hacia arriba.
—Gracias, ahora todos los criminales en el imperio deberían tener cuidado porque ha llegado la Señorita Chi, la guerrera de la justicia —Ella puso sus manos en su cintura con la cabeza inclinada hacia arriba y posó como una superheroína.
Mientras se reían, no notaron a Jun Muyang bajando las escaleras.
—¿Qué tiene de gracioso? —una voz helada los interrumpió.
—Nada —respondió rápidamente Wenzhe.
—¿Así que te estabas riendo de nada? —Los fríos ojos de Jun Muyang mantenían a Wenzhe inmóvil.
—Deja de asustarlo, compré un pastel para ti en la noche y se me olvidó dártelo. Por eso estoy aquí.
—Al joven maestro realmente no le gustan las cosas dulces —Wenzhe interrumpió con información que había olvidado pasar.
—Chi Lian parecía un poco decepcionada.
—Entonces lo llevaré de vuelta, nos vemos mañana Jun Muyang. Y mándame una lista de cosas que te gustan para no cometer el mismo error otra vez.
—Guárdalo en el refrigerador —dijo él y volvió a subir las escaleras.
—Tengo un largo camino por recorrer —Chi Lian suspiró y bajó la cabeza.
—Has progresado más que cualquier otra mujer en la vida del joven maestro. No sé cómo lo estás haciendo, pero estás logrando tu objetivo.
—¿De verdad? —Su cabeza se levantó de nuevo y miró a Wenzhe expectante.
—No puedo mentirte sobre esto. Por ejemplo, mira esta situación ahora, al joven maestro no le gustan las cosas dulces, nunca las toca, pero me ha dicho que guarde el pastel que trajiste en el refrigerador. Esto significa que va a comérselo. Señorita Chi, trabaja más duro para suavizar a ese hombre de acero.
—Wenzhe agarró sus manos y le suplicó.
—Lo haré —respondió Chi Lian en un tono quejumbroso mientras asentía con la cabeza en promesa.
—¡Wenzhe! —una voz helada llamó su nombre.
—Jun Muyang estaba parado en la parte superior de las escaleras y frunciendo el ceño al ver sus manos unidas.
—Buenas noches. —dijo Chi Lian y salió corriendo de la casa tan rápido que ni su sombra pudo ser vista.
—T4, ¿no hay chismes sobre la naturaleza celosa de Jun Muyang? Si las miradas pudieran matar, Wenzhe y yo estaríamos muertos ya.
—No he encontrado artículos de ese tipo. Mi único consejo es que hagas tu mejor esfuerzo para no hacer celoso al espécimen genético superior.
—¿Eso es todo lo que ves cuando lo miras?
—Sí. —respondió el zorro honestamente.
—¿Puedo conseguir algunos productos para el cuidado de la piel de tu mundo? Mi piel no está tan suave como me gustaría y tú alardeas de tener productos superiores todo el tiempo.
—Haré la solicitud.
—Y perfumes, aceites, jabones, me serán de gran utilidad para hacer bellas a las futuras celebridades femeninas de Fénix.
—¿Y los hombres? —preguntó T4 al azar.
—Ellos también, —a las mujeres les gustan los celebridades masculinos atractivos después de todo.
—No puedes vender los productos o serás castigada de nuevo. —advirtió T4. Aún tenían que cumplir su misión. Sus reservas de energía estaban aún muy bajas y ella estaba apenas en el nivel dos. No podían permitirse quedarse bloqueados del almacenamiento virtual otra vez o encontrarse con otras restricciones.
—Lo sé, y no tengo planes de unirme al negocio del cuidado de la piel. Es un mercado muy competitivo y despiadado.
—T4, ¿puedes escribir una propuesta de negocio para mí? Necesito encontrar inversores para la empresa de entretenimiento. —bostezó. Estaba exhausta.
—Inversiones Jun son la compañía privada de Jun Muyang y él puede invertir en ti si tienes una buena propuesta de negocio.
—Entonces haz la propuesta y yo lo convenceré de que invierta.
—T4 se dispuso alegremente a hacer eso. Cualquier cosa para juntar a Jun Muyang y su anfitriona era una prioridad en su lista.