En este mismo día, en un edificio alto en algún lugar del centro de negocios de la capital, Muyang, sus hermanos y algunos de sus hombres más confiables estaban sentados alrededor de una mesa de conferencias en una reunión.
Al frente de la sala en la que estaban sentados, un hombre con pantalones verde caqui y una camisa blanca estaba dirigiéndose a la sala.
—Esta es la desglose de todas las empresas de la familia Chu que se remontan hasta donde pudimos rastrear. Como pueden ver, comenzaron en el negocio de vinos y licores y desde allí se expandieron a tés y bienes raíces. Han crecido su cartera de negocios invirtiendo en lujosos centros turísticos fuera del país en islas y en imperios y reinos menos poderosos. Sin embargo, nunca inician una empresa por su cuenta; intervienen y proporcionan fondos cuando el centro turístico o el hotel enfrentan problemas y luego se quedan con el cincuenta al sesenta por ciento de las acciones.
—Qué conveniente —dijo Ringo de mal humor.
