—¿Te gusta aquí? —preguntó él en respuesta.
—Mmm. —asintió ella—. Creo que es interesante y pintoresco, pero podemos ir a algún lugar mejor. Algún lugar donde estarás más cómodo. —ofreció ella—. Las citas solo eran divertidas si ambas partes se estaban divirtiendo.
—No, si a ti te gusta, a mí también. —él replicó—. Era tan simple como eso. Cuando se trataba de ella, él estaba de acuerdo con todo.
—Entonces deberíamos encontrar un lugar para sentarnos y comer algo. —dijo ella mirando a su alrededor—. Hasta ahora, estaba muy confundida. Tantos aromas increíbles, tantas opciones, era difícil decidir a dónde ir. Habían caminado y mirado alrededor por un rato pero ella no podía decidirse. Quería probar todo. —T4, ¿puedes escanear y localizar el restaurante o puesto de comida más limpio de los alrededores? Con la comida más sabrosa, ojalá.
—Esa no es mi tarea anfitriona. —T4 respondió—. ¿Cómo puedes pedir a este todopoderoso señor sistema que haga tareas tan menudas?