—Hermana, iré primero —Kiki se ofreció con entusiasmo. Chi Lian podía ver que el capricho entero de la chica había cambiado. Ya no estaba sombría y sin esperanza. Parecía estar completamente llena de esperanza para el futuro.
—Primero toma un poco de té, deja que hable uno de tus hermanos —ella rechazó la oferta de Kiki. Kiki estaba dispuesta a seguirla; la actitud de sus hermanos aún estaba por determinarse. Necesitaba escuchar directamente de las otras partes implicadas. Especialmente del hombre mayor y robusto, por todos los indicios, él era el líder del grupo.
—Estoy segura de que Kiki os ha informado sobre la propuesta que hice. Les hago la misma propuesta a todos; los acogeré, financiaré, protegeré, armaré y defenderé. Eso si me ofrecen su lealtad de todo corazón —su voz era eufónica, no porque les ofrecía refugio y alivio sino porque era magnética y encantadora. Incluso el diablo podría ser tentado a firmar un trato con ella.