—Anfitriona, en esta situación abogaré por la seguridad primero. Mientras los rebeldes sigan sueltos, no será sabio de tu parte alardear descaradamente de la presencia de más de un miembro de la familia real en este evento.
T4 tenía razón; el objetivo final de los rebeldes era ver la muerte y la caída de la familia real. Si ella andaba anunciando su presencia, ¿quién sabe qué podrían intentar hacer esas personas insanas? Algunos riesgos no valían la pena.
Pero al mirar nuevamente el rostro del príncipe real más joven, no pudo evitar suspirar por su pérdida. Tenía un rostro que todas las madres amarían, rosado, regordete y guapo. No pudo evitar extender la mano para pellizcarlo.
Para su sorpresa, el príncipe más joven sonrió y dijo —Mujer, ahora que me has tocado, tienes que hacerte responsable. El príncipe de cinco años dijo con un ligero ceceo en su voz. Su sonrisa astuta la hizo pensar que el niño se había colocado deliberadamente en su camino para hacer una trampa de belleza.