—Todavía tengo que determinar si Aiden Hawk estuvo involucrado en el ataque —dijo el hombre, su tono mesurado pero cargado de frustración—. Y en cuanto al alboroto en la boda, nadie presente está dispuesto a hablar. Parece que les han amenazado, o comprado su silencio. Ni siquiera hemos podido confirmar si el matrimonio ocurrió o no. Realmente es muy extraño.
La mandíbula de Edwin se tensó mientras se volvía para mirar a través de las altas ventanas. El peso de su fracaso pesaba intensamente en su pecho. Había creído que, con Mateo Dawn y su tío fuera de este mundo, su pequeña hermana por fin estaría segura. Dejar el país había parecido la decisión correcta en ese momento, una decisión facilitada por el conocimiento de que Serena estaba segura, su futuro brillante y sin problemas. Incluso había pensado que al regresar podría ir a verla, establecer una relación con la única familia viva que le quedaba.