—¿Vas a presentarme alguna vez a Serena? —preguntó Skylar, alejándose de su microscopio con una sonrisa astuta.
Aiden suspiró y pasó una mano por su cabello —No. No hasta que estemos casados otra vez. No puedo arriesgarme a que vayas y le cuentes todas y cada una de nuestras antiguas aventuras. Ella piensa que soy un chico bueno, ¿vale? Mantengámoslo así.
Skylar levantó una ceja, cruzando los brazos mientras se apoyaba en la mesa del laboratorio —¿De verdad crees que haría algo para poner en peligro vuestra relación? Eso duele, Aiden. Además, ¿chico bueno? ¿Ella está ciega o algo? Si tú eres un chico bueno entonces el resto del mundo son santos...
Aiden imitó la postura, cruzando los brazos sobre su pecho mientras le dirigía a Skylar una mirada significativa —No me importa lo demás. Pero tú ya me traicionaste una vez. ¿De verdad crees que soy lo suficientemente tonto como para arriesgar que eso suceda otra vez?