—¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan distraída? —preguntó Serena, su voz teñida de preocupación al ver a Owen perderse en sus pensamientos por tercera vez en solo unos minutos. Él le había pedido encontrarse hoy, diciendo que necesitaba discutir algo importante que había recordado sobre ella. Pero en lugar de la conversación que ella había estado esperando, Serena se encontró esperando en silencio, su atención a la deriva en lugar de responderle.
Finalmente, Owen la miró, pero en lugar del calor al que estaba acostumbrada, había un atisbo de algo más oscuro en su mirada. Serena frunció el ceño, confundida por el repentino cambio. —¿Eso es un chupetón en tu cuello? —preguntó, su tono teñido con un filo que ella no había escuchado antes.