Honestamente, no sabía qué sentir. Digo, ya era bastante malo cuando pensé que estaba atado a esa mesa por unos meses, y luego descubrí que lo que creía que eran solo unos meses, en realidad eran casi 3 años.
Podía lidiar con eso.
Pero la idea de que perdí casi 6 años de mi vida era demasiado. Cerré mis ojos y pensé en todo. Era como si me hubiera dormido a los 19 y despertado a los 25. Mucha vida se vivió entre los 19 y los 25. La mayoría de las personas comenzaban una carrera, compraban una casa y formaban una familia. Y sin embargo, todo lo que tenía eran cicatrices y uñas que aún no habían crecido del todo.
¿Cómo reaccionaría una persona normal a esto? Sí, 'normal' es un término relativo, así que tal vez 'persona promedio'. Supongo, basado en mis observaciones que habría habido enojo, negación, dolor, luto, todas las características de lidiar con la muerte.
Sin embargo, no sentía ninguna de esas cosas. No parecía importarme la pérdida de años, después de todo, tenía una carrera, tenía mi propia casa, y hasta tenía mi propia cabaña. No estaba interesado en casarme, ni estaba interesado en comenzar una familia. Entonces, ¿realmente había perdido una gran parte de mi vida? Y si no me estaba perdiendo de nada, ¿qué decía eso sobre mi vida anterior?
—Has estado en silencio durante casi 28 minutos. Me disculpo por no entender cómo los terrícolas miden el tiempo —dijo Jun Li con cautela. Moví mi mano desde donde estaba sentado en el compartimento.
Había venido aquí a sentarme después de la revelación y aún no me había levantado.
—Está bien —lo tranquilicé—. Solo estaba pensando en mi vida en la Tierra y en lo que realmente estaba renunciando.
—¿Y a qué estás renunciando? —preguntó, sonando curioso.
—Nada —respondí—. Y creo que ese es la mitad de mi problema. No tengo realmente nada en la Tierra de lo cual no podría desprenderme, así que tal vez mi vida no era tan grandiosa como pensaba.
—Entonces, ¿qué quieres hacer con esta vida? —preguntó Jun Li. Levantándome, salí del club nocturno y caminé de nuevo hacia el pasillo. Al abrir el mapa en mi tableta de nuevo, busqué la ruta más rápida de regreso a mi habitación.
—No lo sé —respondí honestamente. No quería seguir siendo educador, ¿qué enseñaría aquí en el universo? Algo me dice que identificar restos humanos de más de 50 años no era tan importante en el gran esquema de las cosas. Me sentí de 13 años otra vez cuando todos me preguntaban cuáles eran mis planes para el futuro.
El universo era infinito, ¿realmente quería atarme?
Esa fue una respuesta fácil. No, no quería atarme. Así que por ahora, estaría desempleado, viajaría con Jun Li, vendería las armas que los Sisalik lograron obtener, y haría lo que me apeteciera.
Tener un plan ayudaba mucho a sentirme mejor. Saber que no me había perdido de nada ayudaba aún más. Esa noche me dormí soñando por primera vez desde que podía recordar sobre un futuro desconocido.
—Vraev'ox, necesito que lleves a un equipo y salgas a buscar nuestras armas perdidas —dijo el hombre sentado en una silla parecida a un trono en el medio de una habitación. La habitación en sí estaba decorada con los cráneos de múltiples especies mostrando el poderío del hombre. Había más de 500 cabezas diferentes de sus presas que probaban su derecho a ser el jefe de la tribu. Y esas eran solo las presas impresionantes que quería mostrar.
—Sí —respondió Vraev'ox, sus palabras sonaban más como clics que como palabras reales. La caza anual iba a ser en unas pocas rotaciones y si tenía alguna esperanza de demostrarse ante las hembras disponibles, necesitaba estar allí. Ningún macho estaba dispuesto a perderse la caza anual porque no había garantía de que pudieran contribuir con su ADN a menos que pudieran cazar y matar a una presa adecuada.
Lamentablemente para los machos, las hembras decidían qué era una presa adecuada y normalmente era el depredador más grande y peligroso del planeta de caza.
Sin embargo, Vraev'ox no estaba interesado en demostrarse ante las hembras y tenía algunos amigos que estaban en la misma situación que él. Era tabú no asistir a la caza voluntariamente. Era responsabilidad de los machos proporcionar genética fuerte y líneas familiares a las hembras para mejorar su raza. Sin embargo, Vraev'ox no tenía ningún deseo de hacerlo. El jefe también lo sabía, por eso su nombre fue elegido para esta misión en particular.
—Gracias, Padre —dijo mientras inclinaba la cabeza.
—No puedo hacer esto cada año —respondió el jefe cansadamente—. Las hembras han venido a mí exigiendo que te sometas a sus demandas.
Vraev'ox reprimió un estremecimiento. No estaba interesado en someterse a ninguna de sus demandas. —Entiendo.
—Si tienes suerte, esta caza te llevará varios años completar. No tendrás que volver hasta que se encuentren las armas.
—Entendido, Jefe —clicó antes de ponerse firme. Dándose la vuelta, dejó la sala de trofeos de su padre y fue a buscar a sus camaradas que se unirían a él en esta caza. Oró a la Diosa para que las palabras de su padre fueran ciertas y no tuviera que regresar pronto.
Después de un gran sueño, disfruté mi ducha y probé una bebida caliente que Jun Li me aseguró que era similar al chocolate caliente. Al tomar un sorbo, lo escupí por todo mi dormitorio. Viendo a un robot salir de la pared para limpiar el desastre, intenté frenéticamente sacar el sabor de lo que fuera de mi boca.
Era ácido, amargo y picante al mismo tiempo. Estremeciéndome, pero definitivamente más despierto de lo que estaba, salí de mi habitación solo para ser recibido por otro robot.
—Jun Li dijo que querías ver el inventario —dijo el pequeño robot con voz de niña—. Si quieres seguirme, puedo mostrarte.