El ciclo de calor de Yuri duró cuatro días. Tan pronto como terminó el de ella, también concluyó el período de calor de Tuss.
—¿Es coincidencia? —se preguntó Yuri.
—Quizás es porque nuestra compatibilidad es alta —sugirió Tuss en serio.
—¿Cómo puedes estar seguro de nuestra compatibilidad si nunca la hemos probado? —Yuri era escéptica.
—Simplemente lo siento. Si no me crees, podemos ponerlo a prueba —respondió Tuss.
—No es necesario —la voz de Yuri era resuelta. Valoraba más su tiempo de descanso que la necesidad de respuestas.
Después de haberse quedado dentro durante algunos días, Tuss necesitaba hacer algunos recados. Le preguntó a Yuri si quería acompañarlo, pero ella declinó, recordando sus lecciones pendientes.
—Por cierto, cuida esas gemas —recordó Yuri.
—¿Las vendo o las convierto en joyas? —preguntó Tuss.
—Véndelas —respondió Yuri sin dudar.
Tuss la miró, confundido. —¿No te fascinaban esas gemas antes?