—¿El Tercer Comandante? —Yuri levantó una ceja, escudriñando al hombre frente a ella en atuendo negro con su poder psíquico—. Es él, de hecho.
Habiendo experimentado el Mar de la Conciencia de los Primer y Segundo Comandantes, Yuri estaba casi segura de la identidad del hombre de negro: sin duda era el Tercer Comandante.
—Buen trabajo, chico. Eres mucho más fuerte de lo que yo era a los 20. —Boan le dio una palmada amistosa en el hombro a Tuss.
—Aún estoy lejos de tu nivel —respondió Tuss, consciente de que sin Enova, confiando solo en su fuerza física y velocidad, no era rival para Boan.
—Así que, ¿tú eres Yuri? —Boan finalmente centró su atención en Yuri.
—Sí, soy Yuri —Yuri había supuesto que el Tercer Comandante querría conocerla, pero no esperaba que él viniera tan rápido, ni en persona—. ¿Hablamos adentro? —preguntó ella.
—Ah, ¿por qué no? Para conocerte, he estado agachado bajo tus vigas durante media hora. Tengo los pies entumecidos —Boan sonó casual, despreocupado.